domingo, 24 de julio de 2011

DOMIKO Y LA SECUOYA ROJA

        
 Amigo Salomón,quiero decirte; Salta del agua!pega un brinco! Y ve a refrescarte hasta el embalse de Domiko en Lesaka.Allí te esperan en sus frias aguas un cortejo de pinos y hayas,robles y alerces y el croar de las ranas


          Al borde de la gran charca ,en una esquina,se alza majestuosa una gran secuoya  roja,venida tiempo atrás de la otra orilla del oceano pacífico en California y aquí se quedará dos milenios más,anclada en la profunda orilla del manantial,vigilando las aguas.


         Guardiana del tiempo de madera roja crece y crece sin parar.


         Dile Salomon que se deje de estirar,de querer acariciar la espuma de algodón de las ligeras nubes guiadas por los vientos que la despeinan con sus suaves brisas

         Dile que estará a merced del huracán,que deje de crecer que su fuerza es indomable que no quiero verte doblada sino en medio del bosque por encimas de los robles y las hayas

        Siempre mirando al cielo,Que no habrás visto pasar bajo tus ramas!tus raices ya no sienten las pisadas ya no escuchas el croar de las ranas


        En medio del bosque una atalaya que guarda la esencia de nuestra vida; Pura agua  pura verde esmeralda.
       

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